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UNIDAD 1 Pensamiento Estratégico, Descripción y Diagnostico Institucional

Introducción

El pensamiento estratégico es un enfoque que permite adquirir una visión amplia y de largo plazo, en función de lograr los objetivos que te propongas.

El pensamiento estratégico es un concepto que comenzó a hacer carrera en el ámbito del marketing. Sin embargo, es perfectamente aplicable a otros ámbitos, además del campo de negocios o laboral. En realidad se trata de un enfoque útil en prácticamente cualquier área.

Se define como pensamiento estratégico al enfoque que mira el hoy con perspectiva de futuro. En otras palabras, aquel que es capaz de anticipar el efecto de las acciones, una visión a largo plazo, creativa y orientada al logro de objetivos puntuales.

Como el propio nombre lo dice, el pensamiento estratégico involucra una estrategia. Un plan de acción coordinado y enfocado hacia un logro relevante. En principio, este tipo de pensamiento se empleó en la guerra. Luego, en el mundo de los negocios. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente se puede aplicar a cualquier tipo de propósitos.

Características del pensamiento estratégico

Lo primero que se debe decir acerca del pensamiento estratégico es que no se aprende con un manual. Muchos lo comparan con caminar, nadar o andar en bicicleta. No es algo teórico, sino que se aprende y afianza con la práctica.

Se piensa estratégicamente cuando se cumple con estas características:

Para pensar estratégicamente se necesitan dosis de realismo, una capacidad de reflexión, de síntesis y visión de conjunto. Ahora bien, esas capacidades no nacen de la nada, hay que desarrollarlas a través de la práctica.
  1. Saber a dónde se quiere llegar. Tiene que haber un objetivo o propósito claramente definido. De lo contrario, cualquier estrategia carece de sentido.
  2. Saber en qué punto estamos. Es necesario tener la capacidad para definir cuál es la situación actual y qué tan distante está la meta a alcanzar.
  3. Saber definir el camino a seguir. Es el punto central de la estrategia. Implica diseñar cómo llegar a eso que nos proponemos
  4. Saber autoevaluar y corregir. El pensamiento estratégico exige flexibilidad para monitorear constantemente lo que se hace y ser capaz de redefinir el rumbo.

En el pensamiento estratégico influyen muchas habilidades. Sin embargo, hay tres que son determinantes. Y lo son porque permiten construir el eje de esta forma de pensar: la estrategia. Estas habilidades son:

  1. Capacidad para desechar los modelos predictivos. No se puede adoptar un modelo de acción y aferrarse a él tercamente. La estrategia se está renovando constantemente. Por lo tanto, hay que tener la mente abierta para direccionar, re direccionar constantemente y abordar la incertidumbre.
  2. Capacidad para formular preguntas. En el pensamiento estratégico son mucho más importantes las preguntas que las respuestas. Si se logra definir la pregunta, ya se tiene más de la mitad del camino recorrido.
  3. Identificar los puntos clave. Es necesario aprender a separar lo determinante de lo aleatorio. Saber cuáles son los factores decisivos es fundamental. Esto permite hacer un seguimiento más preciso y reencauzar las acciones hacia esos aspectos cuando sea necesario.
El pensamiento estratégico no es lo mismo que la “planeación estratégica”. El primero es una habilidad intelectual que se encauza. El segundo, la aplicación de esa habilidad sobre un aspecto o situación en concreto.

Según diferentes teorías, el pensamiento estratégico estaría relacionado con el pensamiento lógico-abstracto. En la adolescencia se pasa de un pensamiento concreto a otro más lógico-abstracto. Este cambio nos permite, por ejemplo, planear y/o predecir posibles acontecimientos futuros a través de nuestra conducta presente. Así pues, el pensamiento estratégico está ligado al lógico-abstracto, a través del cual, observamos y tenemos en cuenta todos los factores disponibles para organizar aquello que deseamos de la forma que consideramos óptima.

Hay muchas maneras de desarrollar el pensamiento estratégico. Desde jugar al ajedrez hasta lanzar hipótesis cotidianas y probarlas. Sin embargo, para comenzar puedes realizar algunos ejercicios sencillos. Han probado ser eficaces para disciplinar la mente de modo que adquiera la habilidad de diseñar estrategias.

Los ejercicios sencillos más recomendados son:
  1. Hacer algo totalmente diferente. La idea es que te propongas realizar una actividad que jamás hayas hecho. Puede ser algo muy sencillo, como cambiar el rumbo cotidiano para ir al trabajo. Debes mantenerte muy atento a todo. Luego, describir la experiencia en un papel. Anota qué descubriste.
  2. Jugar al modelo. Se trata de elegir a alguien a quien se admire profundamente. La mecánica es similar a la del juego de roles. Tomas el personaje y te inspiras en su forma de pensar. Luego, durante todo el día, te comportas como si fueras esa persona. Al final del día, describes lo que descubriste
  3. Preguntas locas. Intenta cada día formular una pregunta sobre algo que sea inusual. No debe ser una pregunta que busque información, sino que induzca al análisis. Intenta responderla sin acudir a información. Lanza hipótesis. Luego investiga y verifica. Por ejemplo, ¿por qué los ojos son redondos?

El pensamiento estratégico es una habilidad que facilita el logro de los objetivos. De ahí que se pueda aplicar prácticamente a todo. Te ayuda a pensar más ordenadamente, pero sobre todo, a pensar en términos de logro y largo plazo.

Descripción y Diagnóstico Institucional:

El Diagnóstico es una actividad vivencial que involucra a un grupo de personas de una empresa o institución interesadas en plantear soluciones a situaciones problemáticas o de no conformidad, sometiéndose a un auto-análisis que debe conducir en un plan de acción concreto que permita solucionar la situación encontrada. Fundamentalmente el diagnóstico institucional es una herramienta de análisis del contexto en el cual la organización pública o privada prevé que existen condicionantes que juegan a favor y en contra de la implementación de la visión y la misión institucional. De allí que el diagnóstico puede formularse antes de la misión y visión y contrastar su validez después de ese momento.

También es válido -hasta recomendable- hacer el diagnóstico después de la formulación de las categorías estratégicas más importantes pues facilita el análisis de viabilidad de la visión institucional. En esta línea es recomendable preguntarse acerca de la factibilidad de alcanzar el propósito formulado, con los estándares de calidad establecidos y en el período de tiempo definido. Para fines metodológicos, se reconoce ahora que es de gran importancia perfilar el diagnóstico institucional en dos momentos:

  1. El análisis macro contextual o análisis externo
  2. El análisis micro contextual o análisis institucional propiamente dicho.

Ambos tipos de análisis permitirán a la entidad contar con un panorama claro y específico para formular las estrategias en cada una de las perspectivas y determinar necesidades claras de ajuste al marco estratégico.  Al ser identificados los problemas o las no conformidades en el funcionamiento de la empresa, surgen acciones mediante un diagnóstico dirigidas a su eliminación o disminución que en conjunto constituyen una parte importante de la planeación operativa. Debemos notar que en un diagnóstico se está evaluando el comportamiento del sistema. De la misma manera que un médico examina a un paciente y lo compara mentalmente con el funcionamiento de una persona sana. No necesariamente un diagnóstico organizacional es el obligado Punto de Partida de un proceso de planeación, ya que es necesario saber dónde estamos antes de decidir a dónde queremos ir y como debemos llegar a ese punto.

VENTAJAS DEL DIAGNOSTICO

  1. Al aplicarlo se despierta un espíritu de grupo
  2. Es participativo
  3. La gente se siente comprometida con las soluciones
  4. Da una estructura lógica a la problemática
  5. Es una manera muy eficiente en tiempo y recursos para encontrar problemas
  6. Permite conocer los procesos operativos por donde hay que comenzar a trabajar con urgencia y conseguir una mejora inmediata
  7. Proporciona datos para estructurar una planeación temporal, hasta que se fijen el nuevo rumbo, objetivos de la organización y se implanten cambios en los sistemas y procesos de la organización
  8. Como metodología es muy clara y contiene elementos que pueden ser combinados con otras metodologías para crear enfoques particulares más eficientes

DESVENTAJAS DEL DIAGNOSTICO

  1. El modelo normativo nunca es especificado y puede ser diferente para diversas personas
  2. No todos los grupos sociales están listos para este tipo de interacciones
  3. El definir problemas despierta expectativas de solución
  4. Puede provocar conflictos interpersonales
  5. Puede ser manipulado

Cómo realizar un diagnóstico empresarial:

Cuando arrancas un negocio no lo haces a ciegas. Antes de lanzarte a emprender evalúas tú producto o servicio, la competencia, los potenciales clientes… Este informe inicial es imprescindible para saber de dónde partes y hacia dónde vas. ¿Por qué no haces lo mismo una vez al año?

La mayoría de empresas solo realizan el diagnóstico empresarial cuando inician su negocio o cuando realizan un nuevo plan estratégico, por lo general cada cuatro o cinco años. En otras palabas: se limitan a “apagar fuegos” en el día a día.

El diagnóstico empresarial es fundamental. Permite identificar los problemas y las fortalezas de la empresa. Ofrece una perspectiva realista del negocio y mejora, en última instancia, el resultado empresarial.

Para realizar un correcto diagnóstico en tu empresa tienes dos opciones:

  1. Contratar un consultor.
  2. Hacer un autoanálisis empresarial.

Dependiendo del tamaño y de los recursos de la empresa será preferible elegir una u otra opción.

Pautas para elaborar un autoanálisis en tu empresa (diagnóstico empresarial):

  • Reúne y coordina un grupo de trabajo

Puedes hacerlo tú mismo, pero si la empresa tiene cierto tamaño lo ideal es coordinar un equipo capaz de recopilar información de cada departamento.

Si la empresa tiene varios departamentos (compras, marketing, finanzas…), cada uno de ellos deberá contar con su propio coordinador para llevar a cabo el autoanálisis con éxito.

  • Determina los procesos y actividades que se deben evaluar

Cada coordinador debe recibir instrucciones simples y precisas sobre los procesos que se deben medir en su departamento. ¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles del departamento? ¿Qué sugerencias y mejoras proponen los trabajadores?

  • Reúne y examina toda la información

El análisis de la información es clave. Con todos los datos sobre la mesa podrás hacerte algunas preguntas fundamentales para autoevaluar la empresa en su conjunto:

En definitiva, ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de cada uno de los departamentos?

Detectar las debilidades es esencial. No olvides que la fortaleza de una cadena depende de la fuerza de su eslabón más débil.

¿Todos los productos o servicios de la empresa son rentables? ¿Qué departamentos necesitan más (o menos) recursos? ¿Cuáles son los procesos que más (y menos) valor aportan a la empresa? ¿Cómo de implicados y motivados están los trabajadores? ¿Todos los productos o servicios satisfacen las demandas de los consumidores?

  • Aprovecha el potencial del benchmarking

De forma simple y resumida, el benchmarking es un proceso que permite aprender de la competencia, pero también es aplicable dentro de tu propia empresa

Benchmarking competitivo

¿Cuáles son las empresas líderes del sector? ¿Qué se puede aprender de ellas?

No se trata de plagiar, el objetivo es aprender y mejorar procesos para continuar con el progreso de la empresa.

Benchmarking interno: ¿Cuáles son los departamentos más eficientes y rentables? ¿Qué medidas se pueden exportar al resto?

  • Reúne a tu equipo para informarle de los resultados

La autoevaluación empresarial implica a todos. No se reduce al gestor de la empresa y a los coordinadores de los distintos departamentos.

Una vez anotadas las mejoras a realizar y el plan de ruta, es necesario comunicarlo a las distintas partes para que las acciones puedan implementarse con éxito.

Sé empático al comunicar las medidas a los trabajadores. Todas las empresas tienen fortalezas y debilidades, la clave es detectarlas y mejorarlas para seguir creciendo. Y recuerda, el diagnóstico empresarial debe realizarse de forma periódica para conseguir una visión fiel y global del negocio.

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